Las Smart City o ciudades inteligentes es un sistema a tiempo real que ayuda a mejorar la calidad de vida en las ciudades y de los que viven en ellas, además de ayudar a disminuir el consumo energético y reducir las emisiones de CO2.
La implantación del Smart City como paneles solares en farolas, semáforos, señales o molinos eólicos en las farolas y las promociones para el uso de bicicletas, transportes públicos y vehículos eléctricos en las ciudades, ayudan a un ahorro energético y a reducir la contaminación ambiental.
Además, la instalación de sensores de medición permite obtener datos del nivel de emisión del CO2, emisión de ruido, humedad y del nivel de tráfico, los cuales son analizados para previsiones futuras.
También existen aplicaciones que ayudan al ciudadano a encontrar aparcamientos libres a tiempo real, poder conocer la parada de taxi más cercana, el tiempo de llegada del autobús, etc.
Uno de los mejores ejemplos de la utilidad de Smart City se realizó durante las Olimpiadas del 2012 en Londres. Mediante el análisis de datos, para trasladar a 18 millones de espectadores, consiguieron predecir los traslados a los eventos y de esta forma evitar incidentes. También se realizó el mismo método con el servicio de trenes.
Cada vez más empresas quieren reducir sus gastos y para ello están eligiendo las ventajas que les da cloud computing. Además, la concienciación hacia el medioambiente, hace que las empresas busquen la manera de reducir el impacto medioambiental, mediante un consumo responsable.
